M.I.E.D.H.O: «CUANDO DECIDIMOS CONVERTIRNOS EN UN PROGRAMA DE TELEVISIóN» por Héctor Martínez Sanz

El pasado sábado 4 de septiembre se inauguro en la Galería Nicole Blanco y Espacio Niram de Madrid, la exposición fotográfica «Cuando decidimos convertirnos en un programa de televisión» del artista M.I.E.D.H.O, compuesta por imágenes del proyecto «Art of elements». Entre los invitados se contó con Fabianni Belemuski, director de la Revista Niram Art y Héctor Martínez Sanz, directo de la Revista de Arte y Ensayo Madrid en Marco, cuyo discurso de presentación de la exposición publicamos a continuación.
Es cierto que somos la generación de la imagen y la velocidad. Vivimos rodeados de luces, pantallas y de colores digitales. Sin ese fogonazo de luz artificial pareciera que se nos acabase el mundo. Uno de esos fogonazos de luz es la “educadora” televisión. Todos hemos ingerido series de televisión, programas monótonos y homogéneos aunque parecían ser diferentes unos de otros, debates de altura y bajura. No podemos obviar que nos han configurado sin apenas percibirlo. Las personas caminamos ahora por el mundo, en muchas ocasiones, como si en la calle nos encontráramos en un plató y los demás fueran nuestro público. De alguna manera hemos hecho de nosotros mismos un personaje, que representamos en sesión continua de forma inconsciente. Imagino que conocerán a “Andrés Montes”. Este hombre le comentaba una vez a un amigo mío periodista que para ser alguien en el mundo de las retransmisiones había que seguir el estilo americano, ofrecer algo distinto, llamativo e incluso extravagante o extraño, crearse conscientemente un personaje único.

Una vez que todos vamos a ocultarnos bajo máscaras, podemos, efectivamente, hacer como Andrés Montes y crear nuestro personaje, esta vez de forma consciente. Pero no sólo. Podemos crearlo como objeto de arte, estética y modo de expresión. Y ese personaje necesitará un mundo, un alrededor, y una narrativa. Lo que llamaríamos un nuevo universo desde el que mirará la realidad de la que sale. Cuando todo esto ocurre, tenemos a M.I.E.D.H.O y tenemos su trabajo fotográfico, donde todo ese universo queda reflejado, sin que percibamos que todo pudo salir de un programa de televisión.

También es en la televisión, en la publicidad y en la moda donde surgen los modelos y cánones de belleza y estética contemporáneas. Imitamos lo que vemos y así cortes de pelo, tintes, ropa, estilo que vemos en la calle sería fácilmente identificable con tal presentador/a, deportista o famoso. Se trata de estéticas de color y brillo, que terminan por homogeneizar las personalidades. El personaje nuestro en su universo no trata de reproducir lo mismo. Por ello, en M.I.E.D.H.O nos encontramos ante un mundo más oscuro, o intensamente rojo, o profundamente frío, un universo que nos inquieta al contemplarlo, y ante el que podemos sentirnos amenazados. Un universo que muestra una “extraña” belleza. Una belleza que no se detiene en la carne retratada, y que tampoco deja que seamos ajenos, como mero público. No trasciende hacia la psicología de la escena, sino hacia nosotros mismos. Como decía antes, el rasgo fundamental es que nos inquieta, nos amenaza, a la vez que nos atrae irresistiblemente. En la obra de M.I.E.D.H.O formamos parte de la imagen a partir de nuestra reacción. Nos vemos sumergidos sin haberlo elegido en el universo que ha creado el personaje. Basta con acercarse a una sola de las imágenes como si de Medusa se tratara, incluso cuando más inocente nos parece.

Las fotografías forman parte de la serie llamada “Art of elements”. Efectivamente, sin los elementos no podemos crear un universo. Los conocidos elementos griegos de aire, tierra, fuego y agua, conjugados por Empédocles para explicarnos su naturaleza: fuego es el calor y lo seco; la tierra es lo seco y lo frío; el aire es lo frío y lo húmedo; el agua es lo húmedo y el calor. Así se forma la perfecta circunferencia del universo. Se dice que Hipócrates los usó para describir los humores del ser humano, como otro universo. Y estos elementos originales conviven con nosotros en la actualidad en muy diferentes formas, entre las que destaca, de nuevo, ese contraste estético entre oscuridad y color brillante: la tierra y el fuego están asociados a lo amenazante y el agua y el aire a la vida. En el caso de M.I.E.D.H.O al retrotraernos al origen con los elementos, nos desasosiega bajo esa capa de oscuridad que anuncia lo desconocido, oscuridad en la que se disuelven las formas, oscuridad que engulle a los elementos, oscuridad que nos lleva al vacío y la nada.

Bienvenidos al universo del MIEDHO.

Artículo publicado en http://www.madridenmarco.webege.com/documents/blog_2.php?title=m.i.e.d.h.o%3A-%22cuando-decidimos-convertirnos-en-un-programa-de-televisi%F3n%22&entry_id=1283782273

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